jueves, marzo 31, 2005

Prefacio y Preludio de tiempo

Hola querido visitante!

Este es casi mi primer blog. Mi intención es publicar lo que vaya creando, lo que tenga ganas de escribir, por lo que espero tratar de cumplir con no abandonarlo mucho tiempo.
Por una cuestión de tiempos obviamente, voy a subir un texto que escribí hace poco, espero lo disfrutes.


Preludio de tiempo
Buenos Aires, 2005-02-13

Entonces me senté descalzo sintiendo el pasto que había disfrutando de la sombra del sol de un día de verano. Una tranquera dividía un lindo espacio verde muy cuidado. Demasiado pacifico como para que no hubiese nadie tirado disfrutando de eso. De fondo se mezclaba el susurro alborotado de la gente que también como yo, se habían tomado un recreo de la ciudad. Igualmente de fondo también estaban aviones y autos haciendo de equivalente al sonido del mar (equivalente no es igual ;) pero no desentonaba con lo armonioso del lugar. Siempre me digo lo mismo, pero suelo venir menos veces de las que me gustaría, tal vez cediendo muchas veces a hacer salidas con amigos; será cuestión de traerlos para acá.

Todavía le quedan unas horas de sol al día, tiempo suficiente como para seguir disfrutando de este rato en el que además aproveché para sentarme a escribir.

Ya no se si escribir me gusta por lo que se me ocurre escribir, por lo general son cosas que fluyen directamente de mi mente casi sin proceso previo, o porque simplemente me hace bien. Creo que son en porcentajes similares ambas.

Así también es como empiezo a escribir algo que desconozco, tal vez porque me guste jugar con la naturaleza de las cosas que nos pasan en la vida. Si tuviéramos la certeza de saber como se desencadenarán los hechos todos sería muy aburrido. Estaríamos ansiosos de lo bueno y deprimidos por lo malo que va a venir.

Dentro de mayoría de los misterios de la mente humana, uno es cómo reacciona ante estas situaciones, y esta no está sola, ya que la acompañan las emociones que se encarnan como experiencias recolectadas de la vida, del día a día.

Es entonces donde paro el tiempo para dejar una huella escrita, en un simple momento de paz.

En este momento me acuerdo el dicho ese que dice como los pájaros, que cantan sin pensar en que no tiene que comer al otro día. Bueno, claro que si lo analizamos, los pájaros no necesitan un departamento, comprar comida o medicamentos o hasta un teléfono para llamar a sus amigos, jeje. Pero bueno, se entiende que hay que copiarse de ciertas filosofías de vida un poco más parecidas a ellas que a un mundo de alienes, porque al final pasamos el año 2000 y los alienados somos nosotros cada vez más afuera de la naturaleza del mundo. Creo que como toda revolución evolutiva hay parte de un caos natural hasta encontrar un equilibrio y mientras tanto nos encontramos en un gran experimento de prueba y error de la misma sociedad y de la sociedad con el resto del mundo. Creo que me fui ahí, a la parte del mástil más alto del barco (dícese carajo).

También me doy cuenta que lo que me permite tener estos momentos de retrospección son los mementos de soledad auto-impuestos, que si uno los aprovecha, nunca son tan solitarios, porque me tengo a mi y a vos que estás leyendo esto, aunque en un tiempo distinto, está igual detenido como el instante en el que yo empecé a escribirlo para compartirlo con vos, mi anónimo, atemporal e invisible acompañante.

Khaiman