viernes, octubre 17, 2008

Crónicas de viaje: Viernes 10: Archery. Decir las cosas que dan en el blanco.

4 PM:

Para terminar el día laboral, el concurso interno por el Customer Care Week dio como ganador del iPod Nano (Purple) a nuestro querido team member, Devan. La verdad que la torta era la mejor de todas. Rica y simple (and just for sixteen bocks!!). Había cada deformidad, con el perdón de los “artistas” que crearon cosas gigantescas, que se servían en cucharón a modo de sopa, pero se suponía que era una torta. Eran comibles, hay que decir la verdad, pero se nota como el efecto “comida preparada” los está matando a estos chicos (justamente no tan chicos). Vale el intento. Felicitaciones Devan por hacernos volver a creer en que lo bueno es también simple. :-)

6 PM:

Llegó el momento esperado, The archery. Así como el año pasado, fuimos todos a jugar a Robin Hood y a darle flechazos al blanco, cosa que es muy divertida, siempre y cuando nadie se cruce a sacar las flechas antes de que todos terminen de tirar. Creo que ese mínimo de saber que el juego podría ser mortal, es el implícito que también divierte aunque nadie lo diga.

La técnica de calcular apuntando siguiendo parámetros no me sale. Recuerdo un libro que vimos el cuatrimestre pasado sobre la asociación en los negocios con el arco y flecha, sobre el estado de concentración que va más allá de un simple cálculo físico, un cuasi estado mental para buscar el equilibrio con uno y dejar fluir la flecha siguiendo el instinto. No se si era pura casualidad (en el museo de OMSI vimos que todo tiene una cuestión probabilística matemática) pero a mi me funcionaba mejor cuando miraba el blanco y dejaba mis dedos hacer viajar la flecha para más de una vez dar en el blanco (especialmente cuando nos alejamos más del blanco). Me fascina este deporte. Lo tengo que hacer en Buenos Aires.

Después, calculo las 8PM, nos fuimos a lo de Denise, para hacer una picada y seguir compartiendo el momento con quienes trabajamos diariamente en una situación informal y merecida que nos encontró 11 PM charlando en el balcón encarpetado (alfombrado :-P) cuando haría un par de grados nomás, 3° tal vez, los cuales no frenaron la charla tan merecida donde todos fuimos sinceros y dejamos ver cómo los círculos viciosos que la rutina y ciertas personas convierten el día a día en un desgano y desinterés que es totalmente revertible y transformar todo eso en un nuevo generador de entusiasmo de alto rendimimiento y felicidad cotidiana.

Crónicas de viaje: Jueves 10: La bendición del Outlet y la rebaja del “american dream”.


us rebate, originalmente cargada por gonzalo_ar.

Crisis económica en EEUU bien fuerte. Tiembla y todo se cae. Terremoto color verde dólar. Todas las noticias están entorno a esto y obviamente a las inminentes elecciones presidenciales para sacar a la vergüenza norteamericana número uno en la historia que es Bush hijo... de ya sabemos quien.

Esto que pasa es fabuloso, no por la catástrofe y las consecuencias lamentables que puedan vivir muchas familias o personas que se ven afectadas directamente un por una de las más grandes crisis económicas desde 1930, sino que es la muestra majestuosa de cómo las grandes potencias mundiales, cada vez más ligadas entre si, caen en efecto dominó como consecuencia de un trasfondo más allá del factor financiero… la ambición humana.

Los argentinos lamentablemente nos hemos acostumbrado a las crisis cíclicas, tocando fondo en el 2001 y vaya a saber cuando otra vez (porque todavía nos falta mucho para aprender y crecer como nación, somos un adolescente que todavía necesita chocar contra la pared para saber que duele el golpe). Este acostumbramiento también nos enseñó muchas cosas, de las cuales en el camino quedaron muchas otras sin resolver y todavía se están pagando (ni hablar de las que todavía falta que salgan a la luz).

Hoy Estados Unidos está conociendo algo de eso. Algo que también lamentablemente conocemos, el no tener completa seguridad en el futuro.

Pero sin irme tan lejos, lo que me gusta de todo esto es que es un claro ejemplo de lo que el hombre lleva al caos con su propia ambición y cómo el poder económico de las grandes potencias no fue el mejor método para la evolución del planeta si en días se desmoronan los mercados financieros más poderosos.

Volviendo a las crónicas:

No podía dejar de mencionar que los Outlets que fuimos con Fabi después del trabajo nos dejaron alucinados. Salvo el hecho que algunas cosas de hombre eran difícil de encontrar talle, confieso que se podrían hacer destrozos, especialmente si uno entra y ve que por 29, 39 o 49 dolares se puede comprar desde zapatos, zapatillas, pantalones, camperas de nieve, etc, etc, etc.

Lo malo de este día, además de gastar plata y saber que hay un límite demasiado próximo, fue el hecho de un accidente de tránsito que nos retrasó una hora. Tal vez, además de usar ese tiempo para charlar y filmar un video con Mr. Wilson aburrido en el auto, el accidente que le costó la vida a alguien a quien su auto se le prendió fuego, fue agraciarnos con la dicha de tener menos tiempo para comprar y así no solo sufrir menos, sino gastar menos también. Aclaro, todo esto lo digo desde el punto subjetivo de una persona que hace un año que no se compraba ropa y la vez anterior más o menos el mismo tiempo, así que no soy un éxito para la industria textil.

viernes, octubre 10, 2008

Crónicas de viaje: Miércoles 9: Sunset highway

Una de las cosas más fabulosas de Oregon en general, es lo lindo que se ve todo, no solo porque esté limpio y aparentemente nuevo, sino porque hasta el sol, cuando este sale, es claro y brillante en una ciudad que tiene tantos colores verdes, ahora tiñéndose de otoñales, que resultan un sedante visual.

7:30 AM:

La mañana es fría, hay un denso rocío en los autos. Saco fotos a lo loco, el cielo es azul. Hasta los semáforos se ven bonitos colgando de esos cables que se balancean con el viento. Pienso en huracanes, no eso no es para este momento. Seguro que tampoco les pasaría realmente algo.

12 PM:

Almuerzo vegetariano… Boca Burger, no apta para paladares de pati de cancha. Un manjar de esos que difícilmente se pueden hacer solamente de vegetales y pan tostado. Solo lamento no sentarme al sol, igual la idea es comer rápido y volver que hoy tengo que salir antes. Mientras comemos una trivia de preguntas de distinto tipo se van dando a ver quien las acierta. No se si hay premio, lo único que se es que todas las preguntas de deportes son de softball y es lo mismo que las hagan en mandarín.

4 PM (creo)

Llegamos al OMSI, un museo de ciencias que me hizo acordar mucho a uno que fui una vez en el Centro Cultural de la Recoleta, pero potenciado 300 veces. Hubo cosas que literalmente me pusieron los pelos de punta (descubrí que me hacen chispazos los pelos de las piernas con los pantalones si recibo la suficiente electricidad estática). Nos reímos mucho, un poco más y volvemos a reírnos. Toco todo lo que puedo tocar, hay poca gente así que nadie molesta al niño ñoño curioso que hay en mi.

6:30 PM:

La autopista de regreso tiene el apodo de “Sunset highway” imaginen que justo volvimos en ese momento en el que todo el camino se tiñe de dorado. Vamos rumbo al sol.

Sunset Highway
Sunset Highway, originalmente cargada por gonzalo_ar.

No sabíamos que Hillsboro tenía un downtown, así que vamos a conocerlo. Muy de película, con sus casas con sus porches, banderines, sillas mecedoras y mosquiteros. Se nota indirectamente un clima de seguridad porque no hay rejas ni puertas trabadas.

De tanto hablar de comida, de levedad no va a tener nada mi ser. Pero es momento de sentarnos a charlar y concluir el día en uno de los lugares que tenemos como favoritos con Denise y Fabiana, nuestro querido McMenamins. Este lugar merecería un post entero del blog, por el lugar en si, el clima, las bebidas y la comida. Obviamente, estos lugares no serían de mucho, ni agradarían tanto si uno no tuviese con quien compartirlo (en este momento se me vienen 3 de Buenos Aires a la mente, Bangalore, Gibraltar y Shamrock).

So delicious. Un poco más de charla sincera y merecida. Pasó un año desde la última vez que estuvimos al menos los tres en ese lugar. Lo que no nos dijimos fue que todo fue el alimento perfecto que necesitábamos esa noche y nada nos cayó pesado sino por el contrario, salimos con esa paz que da el momento, el lugar y la compañía en conjunto. Claro de media luna. La noche está fría, pero despejada. Pensé, solo pensé que no iba a poder escribir nada hoy.

Lo mejor son los días que quedan por venir porque ya de los actuales nos jactamos felices y satisfechos.

jueves, octubre 09, 2008

Crónicas de viaje: Martes 8: Night out

No dormí tanto, las paredes de la habitación no son tan buenas y se escuchaba a los vecinos rompiendo el silencio de mi habitación. Fue un momento de maldita envidia a mi soledad.

El día fue como el anterior, con un par de reuniones productivas y algunas actividades en el trabajo. Pero quiero destacar de este día en principio dos cosas, la comida y la noche.

Cuando uno viaja, por ahí conoce ya a la otra gente que se va a encontrar o tiene el gusto de reencontrarse pero la comida por lo general suele ser una de las cosas que más rompe la rutina. Nos podemos encontrar con cosas extrañas y entre ellas sorpresas riquísimas que seguramente no volvamos a comer muchas veces más en toda la vida. Esto es interesante porque deja mucha marca sobre un viaje a otras tierras.

Segunda cosa, la noche, salir con compañeros del trabajo, a los 10 minutos estar hablando cómodamente, como si en ese instante todos quisiéramos compartir que estamos contentos de salir y buscar que ese momento que al fin llegó, se disfrute al 100%. Todo se da naturalmente o ayudamos que así sea.

Me quedo un poco más y el regalo de ese momento fue ver a una chica que jugó con alguno de nosotros al pool, en un ataque por descargar… ¿ansiedad? Andando en skate en el estacionamiento al aire libre del bar. Mis recuerdos sellan el momento que se cae de culo al piso con una sonrisa de “al menos con esto me divierto y ya no me importa hacer el ridículo”. Sobre hacer el ridículo tampoco me importa a mi ni lo veo mal, pero hay límites.

Eduardo no sabía donde quedaba mi hotel, Fabiana ya se había ido. No tengo sus celulares, ni quiero despertarlas. ¡Wendy’s! es el punto de referencia, porque queda enfrente al hotel. Damos unas vueltas y lo encontramos. Tropiezos más, tropiezos menos me acuesto y no terminé de contar 5 que estaba dormido.

martes, octubre 07, 2008

Crónicas de viaje: Lunes 6: Un día de trabajo en Hillsboro

7 AM

Suena el despertador… no el del hotel, el del celular, que estaba apagado en la mochila, recordándome que la última vez que lo usé fue para despertarme a las 11AM, la misma hora, pero en Buenos Aires. Ruedo por la cama, lo apago, lo dejo en la mesa de luz después de rodar otras 3 veces, más (que ridícula es una cama tan grande solo para mi, entran 3 personas cómodas, o 5 divirtiéndose mucho, jeje).

Dormitando intento recordar el último sueño. Uno que no recuerdo bien, en medio de la noche y el otro en Buenos Aires. En este recibía un llamado de teléfono para arreglar una computadora, pero le decía que no podía porque iba a estar 10 días en Portland, así fue que en medio del sueño me daba cuenta que no podía estar en Buenos Aires, fue casi como descubrir un error en el sueño con la realidad.

7:35 AM

Bajo al lobby con mis cosas. Esperamos con Fabiana que llegue Denise así nos guía a la oficina.

Llueve, como típico día de esta época del año. Esta lluvia mejora los colores de todo lo que toca. Todavía hay mucho verde en toda la ciudad de no edificios altos.

Llegamos, todo está casi igual que hace 360 días atrás. Tenemos nuestros lugares para enchufar nuestras laptops y silencio… ese bendito y por momentos inquietante silencio que tiene esta oficina. Se escucha solo el ruido de algunos pocos tecleando. Un placer!

No se como se pasan de rápidas las horas. Después de una semana de vacaciones, volver a trabajar y en otro lugar completamente distinto, pero haciendo lo mismo es raro. Es la nueva decoración de la rutina diaria, solo que se que es temporal (aclaro que la otra rutina también es temporal, pero lo que no se sabe con exactitud es la fecha en la que expira).

Pregunto a los lugareños que me rodean desde sus desk-box. Cafeteria… mira que a las 2PM cierra. Le hago caso a Eduardo y a mi estómago que me pide que me ocupe de él.

Me preparo un sándwich, el cual luego pesan y me dicen cuanto es, independientemente de lo que le ponga adentro. Ahora que pienso, tanto tomate es tanto más sano como tanto más caro que si le hubiese puesto bacon (se me viene a la mente “tocino”, palabra que salió de algún dibujo animado traducido).

Hablamos de accidentes de aviones y si… hasta los males del mundo son globalizados con el mismo tipo de error humano, independiente de raza, religión e idioma. Wisky Romeo Zulu, es la película que recomiendo. Es nuestro Michael Moore argentino haciendo documentales para despertar a las momias burócratas que tiene como amiga la injusticia.

5 PM y un poco más porque estos benditos programas se tildan cuando detectan que uno está apurado por irse.

Salimos rumbo a comprar una cámara de fotos para Faby, previo chequeo en Internet. Modelos y ofertas varían bastante, tanto como el clima, que ahora está con oscuras nubes grises y el sol del atardecer que se filtra dejando un contraste de luz fantástico. Saco fotos, las primeras en Hillsboro.

Entramos en varios lugares, pero el que destaco en este momento es BestBuy, por la cantidad de veces que se acercaron para preguntarnos si necesitábamos ayuda o información para comprar algo, algunos con cara de robot, otros con cara de susto y uno que nos hizo un chiste el cual ninguno de los dos que estábamos lo entendió, pero no importa, queríamos que nos deje de joder, así que continuamos riéndonos mientras decíamos una vez más: “No, thanks”.

Otra vez luchamos contra el consumismo, pero esta vez, las cosas son más tentadoras y más caras. Vi un lavarropas en el que un perro mediano podría jugar a que es un hámster en su ruedita, claro que el juego además de ser algo claustrofóbico sería mortal.

Entre indecisiones para la cena, ya cansados optamos por Wendy’s, qué mejor, ¿no?. Chicken Spice Fillet con una de las famosas Potatoes.

9:45 PM

El zapping me agotó. La TV es tan mala como en Argentina. Nada para ver, salvo la 3er temporada de Heroes y Dexter que no esta esta noche.

Abro la ventana del hotel para sentir el aire fresco y el olor y ruido de la lluvia. La compu se pone a hibernar, yo también.

lunes, octubre 06, 2008

Crónicas de viaje - Domingo 5 de octubre: El viaje y la llegada

Pude dormir! Milagrosamente me di cuenta de esto cuando me despertaron con el desayuno, el cual devoré casi tan instantáneamente como la cena. Dormitar y ya casi llegamos a Dallas (yo y mi parte somnolienta).

7.05 AM, que en realidad eran las 9:05 AM de Arg.

Ya dije AM, y de escuchar todo en inglés se me va haciendo el switch en la cabeza.

La rutina del ganado humano aéreo va por sus valijas siguiendo los pasillos y flechas y otra vez mostrando ticket y pasaporte.

Nos toca el momento íntimo de sacarnos los zapatos, es como por un instante estar a merced de un templo oriental en el más occidental de los mundos de seguridad aeroportuaria. Tomá! Acá está todo, pero detectaron que algo de mi gusta de hacer esas cosas de dejar en canastos laptop por un lado, zapatillas, abrigo, cinturón, billetera, monedas, etc. por otro; así que como me había olvidado de despachar la botella de vino que llevaba de regalo con la valija, fue que tuve que bajar, despacharla envuelta en mi buzo, bufanda y gorra para rellenar una caja. Desespero perder todo eso.

Vuelvo a hacer todo el ritual sin zapatillas y super scanners humanos. Nada me encuentran. Ahí me doy cuenta que perdí una de las funditas de goma de mis auriculares (Seinheizer CX300). No puede ser… me cambia el humor, nada me había molestado, hasta hubiese pasado una tercera vez, pero no… perdí la funda de goma que andá a saber dónde la podré conseguir. Cabe aclarar que nunca en mi vida estuve tan satisfecho con estos auriculares, además que aíslan el sonido de afuera, así que eran ideales para el constante ruido de vuelo.

8:16 AM

Me como un Sándwich Turkey Club, me cambia un poco el humor.

Sentado espero, entre una viejita muy bien arreglada, con un anillo de piedras de colores formando una flor y un simpático viejo onda Ray Charles, que tenía culo de botellas hasta en el reloj (el vidrio convado me impedía chusmear que hora era y el de la viejita estaba con el horario de Japón creo yo).

Se me confunde la hora, no se si fue 9:35 o mucho más tarde.

Subimos al avión, asiento 15 A, bien! Ventanilla y a mitad del avión. Una señora con ropa cuasi-deportiva de plush rosa es mi compañera de asiento. Espero que no lea español porque la tengo acá al lado, jeje.

A ella le di el rótulo de señora porque es mayor que yo, ¿de igual forma que me dice Señor un niño? Y no digo jóven o adolescente porque estos el respeto ya lo perdieron, entonces me quejo por irrespetuosos pero creo que sería peor que digan digan señor, tan sólo por pasarles 10 o 15 años.

Cuando me tomaba el monorriel del aeropuerto de Dallas, que te lleva de las Gates D a la C, donde tenía que tomar este vuelo, en el que a propósito ya tomé desde jugo de naranja, agua y jugo de tomate “100% Tomato (based on concentrated tomato)”, reflexionaba sobre el paso del tiempo al encontrarme por tercera vez con este aeropuerto. No se si fue ver el amanecer desde este, entre su inmensidad y la soledad el que me hicieron pensar sobre esto: ¿qué ha hecho él conmigo y qué hice yo con él? Me dejo de joder con tales reflexiones después de comprender que puede ser que me lo vuelva a preguntar cuando sea como alguno de los viejos que estaban esperando, tan tranquilamente, volar para viajar a donde sea. Lo que me importa del tiempo transcurrido es aquel en el que uno puede vivirlo tranquilo y con estos tiempos como el de ahora usándolo para escribir, esta vez sin foto que acompañar porque las pilas se descargaron (lo anoto para la lista de compras, junto al Advil y las PowerBar).

12 PM (16 hs de Arg.):

Llegué y con razón tenía tanto hambre, era tarde. Me pasaron a buscar, dejé las cosas en el hotel, fuimos de shopping, al supermercado, compré lo justo y necesario y algo de no necesario también. La tierra del consumismo me atrapa, lucho y me dejo llevar, pero poco xq mi 3 a 1 me impide darle riendas sueltas al deseo consumista.

10PM:
Volvemos, mi cara en el espejo me asusta. Ducha y a... configurar internet wireless para chequear mails, bajar el iTunes 8 para el nuevo iPod... Ah! las fundas de goma de Sony funcionan con las de Seinheizer. Chocho de la vida.

11PM:
Al fin, ducha y a dormir, la cama es gigante y el sueño también...

Crónicas de viaje - Sábado 4 de octubre: La partida

Día de corridas para terminar de organizar todo para el viaje, incluido la venta del iPod previo viaje de la casa de mi vieja a mi casa para recuperar unas cosas olvidadas ahí y de no llegar a tiempo a hacer todo lo que quería hacer.

Pero antes tengo que mencionar que el viernes 3 viví la gloriosa experiencia de ver en vivo una de las bandas más esperadas, Dave Matthew’s Band, la cual realizó un show tal como me lo esperaba, intenso y supremo. Esto lo digo cuento porque tiene que ver con el cronograma del sábado.

16:40:

Vaya uno a saber porqué esas cuestiones temporales de la vida, hablo de segundos o minutos en el que se dan o no las cosas, casi presenciamos con el taxista que me llevaba a mi casa un accidente, donde un sacado 147, casi se levanta en el aire a un peatón que seguramente iba a ver en el mismo lugar que había ido a ver yo a DMB por cruzar apurado la Av. Del Libertador. Según el taxista, Dios lo salvó xq no era su día.

19:40:

Así como ese accidente no se dio, yo llegué a tiempo a hacer el check-in para el vuelo a Portland, en el preciso instante, 19:47, que miro unas guitarras en su funda, veo delante de ellas a Dave, si el de la banda que había visto y disfrutado ayer unas horas atrás.

Ahí se produjo el segundo milagro, esta vez para mi. Lo saludo, diciéndole que el show de ayer fue “really great”. Se acerca, me saluda dando la mano y amablemente estuvimos charlando un breve tiempo en el cual me sentía comprender el fanatismo encarnado en adolescente frente a su ídolo pop. Sonrió cuando le pregunté si había disfrutado de la visita y si le había gustado Argentina (lo poco que haya podido ver): “yes, yes!” dijo, también dijo lo mismo cuando le dije que tiene que volver, yo creo así será. Bueno, tuve que decirle también que esa breve charla fue “too crazy for me” considerando que lo escucho DMB desde el 95.

Otra vez nos dimos la mano y nos saludamos deseando “nice trip”.

Excitado cual adolescente tuve que hacer un par de llamados para contar lo que me había pasado, ya que no soy fan de andar sacándome fotos (ni tenía un disco a mano para que me lo firme). Que alegría… pongan en su caso el nombre de algún célebre artista que admiren, al cual recién hayan disfrutado en vivo (luego de más de 10 años de espera) y que se lo encuentran sólo de pura casualidad, tal vez así se den una idea de lo que fue para mi.

Tiempo de hacer colas, revisiones de tickets y pasaporte una y otra vez.

21:20: Ya estoy en el avión, espero desesperadamente que llegue la comida, todavía falta como una hora y media y solo tengo un caramelo (Halls de mentol que guardaré para más adelante cuando mi aliento y sed de dulce lo requieran).

21:25: Apago el celular, de ahora en más seré un voyerista de relojes ajenos para saber que horas es.

Último haciendo 41H pasillo, no me toca viajar con nadie, así que recompenso el último lugar con algo de comodidad a pesar que mis asientos no se reclinan tanto como el resto.

Al fin la comida llega, pero lo que no llega nunca es el audio y/o luz de lectura a mis asientos. No quiero pero aún así miro casi toda la película de Speed Racer (Max 5) desde una TV de 14’ y sin el audio. Muchos colores e imágenes entretenidas, casi no hace falta escuchar el guión. Si, el misterioso corredor X es el Jack Shepard de Lost!. Justo ayer me habían comentado de la película y de lo bien que le quedaba el flequillo a Christina Ricci.

Turbulencias, me cuesta dormir, salvo que haya sido bebé cavernícola y brutos sacudones me hagan recordar a la infancia querida, es imposible pegar un ojo. No lo intento, en el apurón no traje nada para pegar nada.